No te metas con los rayos UV

Tomar el sol es un pasatiempo común para muchos, pero cuando se trata de rayos UV, lo que no se ve es lo que más importa.

El uso regular de protección solar adecuada, como los lentes polarizados Purifier®, es la clave para prevenir daños graves en los ojos. La exposición incluso a pequeñas cantidades de rayos UV se acumula con el tiempo y puede tener efectos negativos a largo plazo en los ojos.

Según The Vision Council, el daño a largo plazo de los rayos UV puede incluir:

• Pterigión, un crecimiento anormal en la superficie del ojo que puede causar irritación, hinchazón y picazón, así como problemas en la córnea que pueden afectar la visión. Y si bien se puede extirpar quirúrgicamente, también puede reaparecer.
• Catarata, una opacidad progresiva del cristalino del ojo y una de las principales causas de ceguera reversible. Los estudios han demostrado que los rayos UV dañan el cristalino y aceleran el deterioro que conduce a la formación de cataratas relacionadas con la edad. Casi tres millones de cirugías para remover cataratas se realizan anualmente en los Estados Unidos.
• La degeneración macular relacionada con la edad, una de las principales causas de la pérdida irreversible de la visión en las personas mayores que puede resultar de la exposición prolongada a los rayos UV.
• Cáncer del ojo, párpado y piel circundante. Según The Skin Cancer Foundation, una décima parte de todos los cánceres de piel se encuentran en el párpado.

El daño de los rayos UV se acumula a lo largo de los años y no se puede reparar, por lo que es esencial que proteja sus ojos y se haga exámenes de la vista con regularidad con su oftalmólogo de Indiana.