Uno de cada 16 niños en edad preescolar experimenta discapacidad visual en al menos un ojo, según investigadores de la Universidad de Sydney.
Un estudio reciente realizado a 1.000 niños australianos de entre dos años y medio y seis años reveló que la mayoría de ellos tenían problemas en al menos un ojo. El seis por ciento de los niños tenía problemas visuales en al menos un ojo y casi el tres por ciento tenía problemas en ambos ojos.
Las causas más comunes fueron el astigmatismo, la hipermetropía y la ambliopía (“ojo vago”). El astigmatismo causa visión borrosa y afecta a la mitad de los niños con discapacidad. La hipermetropía y el ojo vago provocan dificultad para distinguir los detalles.
El género y la etnia no jugaron ningún papel, sin embargo los niños que eran bebés de “bajo peso al nacer” tuvieron un mayor riesgo.
Los investigadores afirman que estos resultados son similares a los que se han obtenido en estudios realizados con niños estadounidenses. Los oftalmólogos de Indiana destacan la importancia de la detección temprana en los niños. Diagnosticar y corregir los problemas de visión en los niños es esencial para su desarrollo a largo plazo.
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